Dependencia emocional y abuso: las fases que sostienen el ciclo en la pareja
La revista Elle explica cómo la agresión inicia con calma engañosa, seguida de tensión y explosión emocional, atrapando a los afectados en un ciclo difícil de romper
El maltrato psicológico y físico en las relaciones de pareja es un fenómeno que, aunque devastador, sigue siendo un tema difícil de abordar para muchas personas. Según informó Silvia Congost, experta en psicología, este tipo de abuso no surge de manera repentina, sino que se desarrolla a través de un ciclo de fases que atrapan a las víctimas en una espiral de sufrimiento y confusión. Congost detalla que estas etapas explican por qué las víctimas permanecen en relaciones dañinas, a menudo sin denunciar el abuso o incluso retirando denuncias previas. De acuerdo con Congost, el ciclo del maltrato comienza con una fase de calma, donde la relación parece idílica. En esta etapa, la víctima siente que ha encontrado a una pareja ideal, lo que facilita que se ignoren las primeras señales de alerta. Sin embargo, esta aparente tranquilidad se mantiene solo mientras la víctima cede a las demandas del agresor. El medio Elle detalla que cualquier intento de expresar desacuerdo o inconformidad puede desencadenar la siguiente fase del ciclo. La fase de tensión se activa cuando la víctima se atreve a decir “no” o a expresar su descontento. Según publicó Elle, el agresor puede reaccionar con ira y frustración, percibiendo la negativa como un desafío o una desobediencia. En este punto, la víctima puede intentar calmar la situación volviendo a ceder, lo que refuerza la falsa creencia de que puede controlar la violencia del agresor. Este comportamiento del agresor busca desestabilizar a la víctima, minando su autonomía y haciéndola dudar de sí misma. La tensión acumulada finalmente lleva a la fase de explosión, donde se producen agresiones físicas, psicológicas o incluso sexuales. Elle reportó que esta etapa, aunque breve, es extremadamente intensa y peligrosa. Las víctimas a menudo justifican el comportamiento del agresor, asumiendo la culpa y creyendo que pueden cambiar la situación si se ajustan a las expectativas del abusador. Este fenómeno, conocido como “gaslighting”, distorsiona la percepción de la realidad de la víctima. La última fase del ciclo es la llamada “luna de miel”, donde el agresor muestra remordimiento y promete cambiar. Según consignó el medio Elle, esta etapa es especialmente peligrosa porque refuerza el vínculo de la víctima con el agresor, haciéndola creer que el cambio es posible. Sin embargo, esta calma es temporal, y el ciclo de abuso está destinado a comenzar de nuevo, a menudo con mayor intensidad. Es crucial que las personas que se reconocen en estas fases busquen ayuda. Elle enfatiza la importancia de hablar con alguien de confianza y buscar apoyo psicológico para salir del ciclo de abuso. Compartir la experiencia es un paso vital hacia la recuperación, ya que permite a la víctima comenzar a reconstruir su vida fuera de la sombra del maltrato. El maltrato psicológico y la violencia doméstica son procesos complejos que no ocurren de un día para otro, sino que se desarrollan de manera gradual y sutil, como explica Silvia Congost. Las fases del maltrato, como la calma, la tensión, la explosión y la luna de miel, revelan cómo las víctimas quedan atrapadas en un ciclo de abuso, donde la confusión y el temor a enfrentar la realidad dificultan el escape. En este ciclo, las personas maltratadas a menudo sienten que pueden cambiar la situación o que la culpa recae sobre ellas, lo que agrava aún más el sufrimiento y prolonga la dependencia emocional. Comprender estas fases es esencial para identificar el maltrato y, lo más importante, para tomar decisiones que permitan romper el ciclo de abuso.
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