El mundo de bitcoin (BTC) y las criptomonedas vive un momento de contrastes que no pasa desapercibido. Mientras algunos ven señales de una crisis inminente, otros perciben en la incertidumbre actual el germen de un repunte histórico.

Inversionistas, analistas y observadores debaten: ¿es este el fin de una era dorada o el preludio de un nuevo ciclo alcista?

En el centro de esta discusión, voces como la de Ari Paul, fundador de Black Tower Capital, y Ryan Wilday, analista técnico, ofrecen perspectivas opuestas que reflejan la polarización del sector.

Sentimientos opuestos: una oportunidad según Ari Paul
El inversionista y fundador de Black Tower Capital, Ari Paul, observa una brecha notable en el sector.

«Esta es una de las divergencias más marcadas que he visto en el sentimiento y los fundamentos: los nativos de criptomonedas (y los precios de los activos relacionados) están en crisis, mientras que el resto del sector se muestra entusiasta y optimista», señala.

Para Paul, esta división no es una señal de alarma, sino un indicio positivo. «Hay sentimientos encontrados entre inversionistas y esto, según mi análisis, es alcista para bitcoin y los activos digitales», afirma.

Además, Paul destaca que los proyectos y empresas del ecosistema que no dependen de movimientos a corto plazo reportan datos alentadores. «Todos los datos que escucho, prácticamente de cualquier proyecto o empresa relacionada con criptomonedas que no dependa de los nativos a corto plazo, son positivos», indica.

Este panorama lo lleva a una conclusión clara: «Esto refuerza mi convicción de que las criptomonedas son una buena compra en un plazo de 12 meses».

Vale aclarar que al decir «nativos», Paul se refiere a aquellos participantes del mercado de criptomonedas que están profundamente arraigados en el ecosistema y que a menudo son dependientes de la industria para su ingreso o actividades diarias.

Estos nativos pueden estar experimentando una fase de depresión debido a la caída de los precios de los activos o por la situación actual del mercado, lo cual contrasta con la actitud más optimista y entusiasta de aquellos que están fuera de este círculo íntimo pero que también participan en el mercado de criptomonedas.

Largo plazo sobre ganancias rápidas
En lugar de apostar por beneficios inmediatos, Paul aboga por una visión estratégica. «Es mejor enfocarse en el largo plazo que en obtener ganancia rápida», subraya.

El analista detalla su enfoque: «No sé si tocaremos fondo a corto plazo; estoy guardando un par de monedas para comprar más en una etapa final de capitulación, pero estoy cerca de alcanzar una posición larga completa para el plazo más largo».

Su apuesta no se limita a bitcoin; también ve potencial en proyectos emergentes. «Muchas de las cosas que probablemente nos entusiasmarán a todos e impulsarán la narrativa del mercado alcista de este ciclo se encuentran en sus primeras etapas», explica.

Para Paul, el momento actual invita a explorar oportunidades más allá de las altcoins populares. «Es un buen momento para buscar inversiones de capital riesgo en criptomonedas de estilo ‘tradicional’. Por ‘tradicional’ me refiero a largo plazo, con un enfoque genuino en la creación de valor sostenible, sin esquemas de monetización rápida», asegura.

Aunque no predice qué monedas liderarán la próxima ola, estima que una fase minorista podría llegar en 2 a 5 meses, posiblemente cuando bitcoin vuelva a superar los 100.000 dólares.

Una visión contraria: el análisis de Ryan Wilday
Por otro lado, el analista Ryan Wilday ofrece una perspectiva menos optimista. Reconoce el impacto positivo de cambios políticos recientes, como la postura pro-bitcoin del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que «ha abolido un régimen de aplicación de la ley contra la industria que no se basaba en el estado de derecho».

Trump firmó en enero pasado, una orden ejecutiva para la inclusión de bitcoin en las reservas de Estados Unidos. Igualmente, creó un Consejo Asesor de criptomonedas en la Casa Blanca, que se dedique a iniciar el proceso para la creación de la reserva, al tiempo de trabajar con el Congreso en la legislación sobre criptomonedas

Wilday basa su análisis en la teoría de las ondas de Elliott. Este es un principio de análisis técnico utilizado para analizar los ciclos del mercado financiero y pronosticar tendencias mediante la identificación de extremos en la psicología de los inversionistas y los niveles de precios (máximos y mínimos).

Según su interpretación del pasado mes de enero, si bien bitcoin alcanzó un máximo histórico de 109.300 dólares ese mes, este podría no ser el pico final del ciclo, como se aprecia en el siguiente gráfico.

De acuerdo a la teoría de las Ondas de Elliott, este pico podría parecer el final de la quinta onda, lo que implicaría que el ciclo alcista no alcanzó el objetivo del analista de 125.000 dólares. El analista reconoce que las quintas ondas a veces pueden ser débiles.

Wilday se basa en la observación de que la mayoría de las quintas ondas en bitcoin suelen medir al menos el 61,8% del logaritmo de la tercera onda anterior, lo que habría situado el pico alrededor de 138.000 dólares.

Además, el analista indica que necesitaría una ruptura sostenida por debajo de 69.000 dólares para considerar que el pico de 109.300 dólares fue realmente el final de una quinta onda semanal.

Argumenta, además, que el pico de 109.300 se formó como una onda B en una corrección plana dentro de una onda cuarta mayor (círculo-iv). Explica que las ondas B en correcciones planas que superan el máximo anterior son muy comunes en bitcoin.

En todo caso, bitcoin está en una fase alcista a largo plazo, pero actualmente está experimentando una corrección temporal. Los niveles clave a observar son un soporte de 78.000 dólares a 82.000 dólares (zona azul) y una resistencia entre 126.000 y 200.000 dólares (zona amarilla). El análisis de ondas de Elliott indica que, después de la corrección, bitcoin podría alcanzar nuevos máximos históricos en 2025.

¿Corrección o desplome inminente?
Wilday identifica niveles clave para evaluar el rumbo de bitcoin. «Se necesitaría una ruptura sostenida por debajo de 69.000 dólares para que considere que bitcoin alcanzó un quinto nivel semanal», explica.

De acuerdo al gráfico, bitcoin se está acercando a la finalización de una onda correctiva «iv» (onda 4). Esta onda «iv» se espera que encuentre soporte alrededor del nivel de Fibonacci de 72.000 dólares.

La onda «v» (onda 5) que comenzó desde los 50.000 dólares podría tener una estructura diagonal. Un nivel de soporte crucial que se destaca, según el analista, es 69.000 dólares, que fue el mínimo de la onda «B» de la onda «iii» anterior. Para Wilday es raro que las ondas «iv» en diagonales de bitcoin rompan este nivel, lo que sugiere una fuerte probabilidad de soporte en esta zona.

Técnicamente, la onda «iv» no se consideraría inválida hasta que el precio caiga por debajo de 52.500 dólares, que fue el pico de la onda «ii» anterior. El analista considera la zona de precios actual entre 69.000 y 83.000 dólares como una buena oportunidad de entrada para los inversionistas.

Idealmente, se esperaría ver otro mínimo en el precio cerca de los 75.000 dólares para completar la onda «iv». Sin embargo, Wilday también indica que, si bitcoin comienza a formar un patrón de cinco ondas hacia los 88.000 dólares, se interpretaría como una señal de que la onda «iv» ya ha terminado y el precio ha encontrado su fondo.

Sin embargo, advierte a los inversionistas: «Quienes realicen esta operación deberían estar atentos a los 69.000 dólares, que, de caer por debajo, implica que el mercado bajista llegó más pronto que tarde».

Un mercado en la cuerda floja
Mientras Ari Paul vislumbra un horizonte prometedor para quienes apuesten por el largo plazo y las criptomonedas «tradicionales», Ryan Wilday prepara al mercado para un posible giro hacia la baja.

Las posturas encontradas reflejan la complejidad de un sector que no deja de evolucionar.

Por un lado, el optimismo basado en fundamentos y proyectos emergentes; por el otro, un análisis técnico que anticipa turbulencia. En este tira y afloja, los inversionistas enfrentan una decisión crucial: ¿entrar ahora o esperar a que el polvo se asiente?